Las parejas o grupos mixtos de aves se reúnen en la laguna para descansar y alimentarse, dando un toque de vida y color a los paisajes del valle.
Regional. En la Finca San Diego, ubicada en el hermoso valle de Jamastrán en Honduras, la vida y la belleza se han fusionado con el esfuerzo y la dedicación de sus propietarios.
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Hace once años, David Rodríguez y su hermano Alexis tomaron la valiente decisión de prohibir la entrada de cazadores furtivos a su propiedad, brindando protección a las aves acuáticas que habitan allí.
Gracias a esta medida, la laguna de la finca se ha convertido en un santuario para aves, atrayendo a diferentes especies nativas, migratorias y residentes de la zona. Actualmente, se han registrado alrededor de 16 variedades de aves acuáticas, incluyendo los majestuosos piches (Dendrocygna autumnalis), también conocidos como pijije alas blancas, iguaza común, pato chiflador y otros nombres según la región.
Las parejas o grupos mixtos de aves se reúnen en la laguna para descansar y alimentarse, dando un toque de vida y color a los paisajes del valle. Durante la temporada de reproducción, que abarca desde mayo hasta octubre, las hembras de piches ponen entre 12 y 16 huevos, y también se ha observado el fenómeno de nidadas compartidas, donde varias hembras ponen sus huevos en un mismo nido, sumando entre 50 y 60 huevos.