La ratificación turca dejaría a Hungría como el último reducto en el proceso de adhesión que el país sueco y Finlandia iniciaron en respuesta a la invasión rusa de Ucrania hace dos años.
Internacional. Se espera que el parlamento de Turquía ponga fin a más de un año de retrasos que tensaron gravemente sus vínculos con los aliados occidentales y apruebe esta semana la membresía de Suecia en la OTAN.
La ratificación de Turquía dejaría a Hungría como el último reducto en el proceso de adhesión que Suecia y su vecina Finlandia iniciaron en respuesta a la invasión rusa de Ucrania hace casi dos años.
Finlandia se convirtió en abril pasado en el miembro número 31 de la alianza de defensa liderada por Estados Unidos.
Su membresía duplicó aproximadamente la longitud de la frontera de la OTAN con Rusia y fortaleció sustancialmente las defensas de tres pequeñas naciones bálticas que se unieron al bloque tras el colapso de la Unión Soviética.
Suecia y Finlandia siguieron una política de no alineación militar durante la confrontación de la Guerra Fría entre Moscú y Washington.
Pero la invasión rusa de su vecino occidental desató la batalla terrestre más grande y brutal en Europa desde la Segunda Guerra Mundial.
La resistencia del presidente turco, Recep Tayyip Erdogan, al ingreso de Suecia a la OTAN reflejó su postura más matizada hacia Moscú.
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